El Museo del Louvre, en París, sufrió el mayor robo de su historia reciente. ¿Cómo fue el robo al Museo del Louvre?: En solo siete minutos, cuatro asaltantes encapuchados ingresaron a la galería de Apolo y sustrajeron nueve joyas de la Corona francesa, valuadas en millones de euros.
El hecho ha despertado la atención internacional y reabierto el debate sobre la seguridad en los principales museos del mundo.
¿Cómo fue el robo al Museo del Louvre?
El atraco ocurrió entre las 9:30 y las 9:40 de la mañana del domingo. Cuatro hombres encapuchados llegaron en motos de gran cilindrada y un vehículo, aprovechando el horario de apertura del recinto.
Accedieron al interior del museo por una fachada lateral que da al río Sena, utilizando una escalera mecánica similar a las de mudanza. Ingresaron por un balcón hasta la galería de Apolo, donde se encontraban las joyas de la Corona.
Los ladrones amenazaron a los agentes con herramientas de corte, rompieron las vitrinas y se llevaron nueve piezas de valor histórico incalculable. Huyeron del lugar en las mismas motos con las que habían llegado.
La operación duró apenas siete minutos, lo que evidencia un alto grado de planeación.
Un comando profesional y un plan preciso
Autoridades francesas señalaron que se trata de un grupo organizado con conocimiento previo del lugar. Los asaltantes realizaron un reconocimiento de la zona para identificar los puntos de acceso y salida.

El Ministerio del Interior confirmó que se abrió una investigación por robo en banda organizada, mientras que la fiscalía de París recuperó una de las joyas robadas: una corona de Eugenia de Montijo, hallada durante la huida.
Ocho piezas siguen desaparecidas, entre ellas diademas, collares y pendientes pertenecientes a reinas como María Amelia y Hortensia de Beauharnais.
El valor histórico de las joyas sustraídas
Las joyas formaban parte de la colección exhibida en la galería de Apolo, una de las más emblemáticas del Louvre. Esta sala alberga 23 piezas únicas de la historia de Francia, incluidas joyas anteriores a la Revolución Francesa y de las épocas napoleónicas.
Su valor es considerado “incalculable” por las autoridades, no solo por sus materiales —oro, diamantes, esmeraldas y zafiros—, sino por su relevancia patrimonial.

La seguridad del museo bajo escrutinio
El robo ha generado cuestionamientos sobre la seguridad en los museos franceses. Aunque las alarmas fueron activadas, la fiscalía señaló que en la galería de Apolo no se escucharon o no llegaron a sonar.
El Ministerio de Cultura calificó el atraco como “rápido y brutal”, mientras que los agentes en la sala evacuaron de inmediato la zona.
El Louvre, inaugurado en 1793, recibe cerca de nueve millones de visitantes al año y alberga obras emblemáticas como La Gioconda, la Venus de Milo y la Victoria de Samotracia.
Este robo recuerda el famoso hurto de la Mona Lisa en 1911, cuando la pintura fue sustraída y recuperada dos años después.
Otros asaltos recientes en museos franceses
El caso del Louvre no es aislado. En las últimas semanas se registraron robos en el Museo Jacques Chirac, el Museo Nacional de Historia Natural y el Museo Adrien Debouché.
Las autoridades han reconocido la necesidad de reforzar los protocolos de seguridad ante la creciente sofisticación de las bandas dedicadas al robo de arte.
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