Sentencian a 170 años de prisión a los responsables del feminicidio de Fátima Cecilia

Cinco años después del atroz crimen que estremeció a la Ciudad de México, el Tribunal Superior de Justicia capitalino dictó sentencia de 170 años de prisión en contra de Mario “N” y Giovana “N”, responsables del secuestro agravado y feminicidio de Fátima Cecilia Aldrighetti, una niña de tan solo 7 años.
El caso, ocurrido en febrero de 2020, marcó un doloroso precedente sobre la violencia contra menores en el país. Fue el 11 de febrero de aquel año cuando Giovana “N” sustrajo a la niña de la primaria Enrique Rébsamen, ubicada en la colonia Tulyehualco, en Xochimilco. Con engaños, se la llevó tras presentarse en la escuela sin autorización. Posteriormente, junto con Mario “N”, la trasladaron a un domicilio en esa misma alcaldía, donde le arrebataron la vida. Cinco días más tarde, el cuerpo de la menor fue hallado en un paraje de Tláhuac.
La noticia conmocionó a la sociedad mexicana, que clamó por justicia ante la brutalidad del crimen. La pareja fue detenida días después, el 19 de febrero, en el municipio de Isidro Fabela, Estado de México, donde intentaban ocultarse.
De acuerdo con la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, los responsables no tenían intención de pedir rescate ni obtener beneficio económico alguno. El objetivo, según las investigaciones, era asesinar a la menor. Hasta hoy, el móvil detrás del crimen no ha sido completamente esclarecido, aunque se sabe que Giovana “N” vivió previamente en el mismo domicilio que la familia de Fátima, durante una separación temporal con su pareja.
Sonia López, tía de Fátima Cecilia, expresó que el proceso legal fue largo y doloroso. Recordó que tuvo que reponerse tras la salida de la primera jueza por incapacidad. Aunque consideró que la sentencia representa un paso importante hacia la justicia, lamentó que el crimen pudo haberse evitado si las instituciones responsables hubieran actuado con la debida diligencia. Señaló que la escuela nunca debió permitir que una persona no autorizada recogiera a la niña, y denunció que las autoridades ya habían sido notificadas anteriormente sobre la situación de vulnerabilidad en la que vivía la menor.
“El caso no termina aquí”, afirmó. “Fátima seguiría viva si se hubieran hecho las cosas bien. Por ella y por todas las niñas, seguiré alzando la voz”.
El feminicidio de Fátima Cecilia dejó una huella profunda en la memoria colectiva del país y recordó la urgencia de fortalecer la protección a la infancia, así como de garantizar justicia efectiva para las víctimas de violencia.