La Presidenta inaugura Línea K del Tren Interoceánico, marcando un hito para la conectividad del sur del país y para el proyecto que aspira a reordenar la movilidad y la economía del corredor istmeño.
Un recorrido que une historias y territorios
El trayecto de la presidenta Claudia Sheinbaum y su comitiva comenzó en Tonalá, donde la mandataria realizó el corte de listón y develó la placa. Luego, el tren avanzó hacia Arriaga, donde la presidenta caminó por el Parque Lineal antes de anunciar que el servicio quedará disponible para las y los usuarios a partir del 22 de noviembre.
A lo largo de estas primeras paradas, la mandataria describió la ruta: Tonalá, Ixtepec, Salina Cruz, Coatzacoalcos y Palenque, una secuencia que no solo funciona como itinerario sino como declaración de continuidad. La historia de este proyecto ya arrastra décadas, pero ahora empieza a tomar ritmo de presente.
Presidenta inaugura Línea K del Tren Interoceánico y abre la primera fase del tramo Tonalá–Ixtepec
En Arriaga se sumaron habitantes de la región, curiosos, estudiantes y familias que buscaban ver el paso del convoy rehabilitado. En esta primera fase, la Presidenta inaugura Línea K del Tren Interoceánico en un tramo que abarca 175 kilómetros entre Tonalá, Chiapas, e Ixtepec, Oaxaca. Durante el recorrido, Sheinbaum estuvo acompañada por su gabinete y por los gobernadores Eduardo Ramírez y Salomón Jara. En uno de los pasajes más mencionados del día, la mandataria reconoció el trabajo de la Secretaría de Marina, que opera el proyecto del tren y coordina la rehabilitación de las vías dentro del esquema del Corredor Transístmico. En el mismo diálogo técnico y cotidiano, se remarcó que esta fase pertenece a la Línea K, parte medular del sistema ferroviario que integrará a la región sur-sureste a cadenas logísticas nacionales e internacionales.
Un tren que cruza territorios y acorta tiempos
El convoy avanzó las casi cuatro horas del tramo inaugural con tres paradas adicionales: Chahuites, Juchitán e Ixtepec. En cada estación hubo recibimientos distintos: entusiasmo en Tonalá, festejo en Arriaga, celebración en Ixtepec y, en Juchitán, algunas protestas que recordaron que toda obra pública convive inevitablemente con la pluralidad de voces del territorio.
Ya de noche, a las 20:15, el tren entró en la estación Ixtepec entre aplausos. Era el cierre de una jornada que mezcló política pública, nostalgia ferroviaria y expectativas económicas. En su mensaje final, la presidenta adelantó que las fases 2 y 3 de la Línea K estarán listas el próximo año, permitiendo que el tren llegue hasta Ciudad Hidalgo, en la frontera con Guatemala.
Impulso económico y movilidad para el sur-sureste
La apertura de este primer tramo no solo representa un retorno del tren de pasajeros a esta zona del país; también permite fortalecer el sistema ferroviario del istmo. Con más de mil 200 kilómetros de vías, el proyecto del corredor busca integrar puertos, industrias y centros logísticos, así como ampliar la conectividad hacia Veracruz, Tabasco y el Tren Maya.
En voz de los gobernadores presentes, la Línea K se perfila como un medio que detone el crecimiento económico en la región, conectar mercados y facilitar la movilidad de personas. A nivel urbano, los parques lineales y zonas de acceso renovado prometen activar espacios públicos y mejorar el tránsito local.
La presidenta aseguró que su gobierno concluirá la totalidad del proyecto. “Vamos a seguir trabajando para que el próximo año podamos inaugurar desde Tonalá, Chiapas, hasta Ciudad Hidalgo, Guatemala”, señaló.
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